Vencer El Orgullo
Demasiadas veces dejamos que el orgullo tiña de rencor nuestras relaciones y nos aleje de las personas a las que queremos. Cargarnos de razón nos dificulta el paso y nos deja a solas con nuestros motivos. En cambio, dar el brazo a torcer es el gesto más necesario y valiente si queremos llenar de paz nuestro corazón y mantenernos cerca de aquellos que nos importan.
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